REFLEXIÓN 7: Cultura inglesa, Cultura de Reino
Ellos saben lo que es servir a un trono, saben lo que es ser leal a una corona la tenga quien la tenga, ya sea Victoria, Isabel primera o segunda o el mismísimo Juan sin tierra. Saben que cuando se trata de la palabra del rey, del soberano, no hay opinión que valga, es que yo creo, es que yo opino, eso no importa, obedeces a tu rey y punto, allá el verá cómo le rinde cuentas a Dios, porque eso sí es verdad lo que el rey dice “Yo no le rindo cuentas al pueblo, yo solo le rindo cuentas a Dios”
Llegada al Reino
Ahora, ¿Qué pasa con un individuo, que habitando en una sociedad democrática, donde ha tenido voz y voto, llega a los caminos de Dios y se une al Reino de los Cielos? ¿Qué pasa cuando lleva 10 o 20 años en el Reino? ¿Será que se puede comparar con alguien quien desde su niñez, desde su primera infancia ha estado diciendo “DIOS SALVE AL REY”? en ninguna manera
Convocatoria
En Inglaterra cuando el monarca te convoca es, además de un privilegio, una gran responsabilidad, porque debes acudir, ya sea por el deber o por el amor que tienes a tu soberano; dijo alguien una vez “qué sentido tiene servir a mi rey, si no me presento cuando él me convoca”. Ahora pregunto ¿Qué creen que significa congregarnos? ¿No es acaso una convocatoria real de Nuestro Señor? Ahora ¿Creen ustedes que un rey convoca a un cualquiera de su pueblo? En ninguna manera, solo convoca a alguien de confianza o a alguien perteneciente a su corte
La Corte Real
¿Perteneces a la corte real de Dios? ¿Cómo saberlo? Si tú perteneces a la corte real de Dios simplemente sabes que lo sabes, porque te ha sido revelado y ahora te mueves y vives, conforme a la apocalipsis (revelación) que has tenido.
En una corte real aquí en la tierra de los mortales que la hoyan (Frase de Homero) todos tienen su papel y su posición, hay Barones, Marqueses, Duques, Condes, Ministros, etc. pero yo pregunto ¿Qué lugar o que título nobiliario tendremos tu y yo en la corte del Reino celestial? Pues déjame y te cuento, somos de los más cercanos al rey, tenemos con él vida íntima, sin perder reverencia podemos llamarlo de formas cariñosas; si se tratara de una corte real terrenal, tendríamos un título por encima de Duque, Barón, Conde o de cualquier ministro o cualquiera en el reino ¿Por qué? Porque somos hijos y al hijo se le dice “Su Alteza el Príncipe o Su alteza la Princesa”
Pero, como la corte real a la que pertenecemos tú y yo no es terrenal, entonces no somos príncipes ni princesas, somos hijos de Dios, pero ¿Qué significa ser hijo de Dios? Significa ser dios, con d minúscula, pero dios; no somos príncipes, somos Reyes y Señores, así seas hombre o mujer, porque aquí no hay reinas ni señoras, éstas son usurpadoras del poder y la autoridad porque nunca les ha pertenecido ni les pertenecerá (investiguen sobre la Reina del Cielo y sabrán a lo que me refiero). Somos jueces que juzgamos sobre la tierra en la corte de los dioses, corte regida por el Dios de dioses, eso somos
Hay quienes en la iglesia dicen, “yo quiero ser ministro” (apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro), pero yo pregunto ¿Qué comparación tendrá ser ministro con ser hijo de Rey de Gloria? ¿Qué comparación hay entre un ministerio y la paternidad divina?
Déjame decirte que existen muchos en la iglesia que siendo hijos, sienten necesidad de un ministerio para ser alguien y existen muchos que sintiéndose huérfanos llevan a cabo un ministerio
Ve a la intimidad, preséntate delante del concilio del altísimo y que Él te diga quién eres en Él y que sea tu Padre quien te muestre para que estas hecho, su alteza Rey Celestial
No hay comentarios.:
Publicar un comentario